En la región más productiva de Argentina, los caminos rurales deberían ser asfaltados o, al menos, consolidados. Sin embargo, la realidad es otra: están abandonados, a pesar de que los productores pagan tasas de mantenimiento que figuran entre las más caras del país.
Los números son elocuentes. De cada $10.000 que aportan los productores, solo $3.500 se destinan realmente a la conservación de los caminos. El resto se desvanece en las rentas generales, ese enigmático “triángulo de las Bermudas” del presupuesto municipal.
La falta de inversión se siente con cada lluvia, por leve que sea. Sin obras preventivas en épocas de sequía, basta un chaparrón para que los accesos a los campos queden bloqueados durante semanas. Mientras tanto, las respuestas oficiales siguen un guion predecible: “Con tantos milímetros es imposible”, “No podemos controlar el clima”.
Hoy, los productores se preguntan si vale la pena seguir pagando por un servicio que no reciben. Muchos advierten que la única forma de despertar a los políticos es tocarles donde más les duele: el bolsillo. Y, como bien estableció Newton, toda acción tiene una reacción.
Fuente: Campo Info
Se los digo por experiencia en épocas difíciles ,durante el gobierno de Menem ,
Que la economía estaba complicada por el bajo precio de los comodites y la inundación, se junto todo.Fueon tiempos dificiles y realmente había prioridades ,como comer ,salud prepaga, hijos estudiando afuera y dejamos de pagar red vial por un tiempo, hasta que el campo empezó a producir nuevamente. Y saben que con emergencia y todo, tuvimos que ponernos al día en dos municipios con intereses punitorios de por medio en dos partidos, Henderson y Pehuajo. Te judicializan y tenes que ponerla toda junta. Por eso sigamos pagando y reclamando a la vez. Hablando se entiende la gente.