Escuchando detenidamente días pasadoa la exposición de un especialista en fitosanitarios y su aplicación, se hace bien entendible que en este tema como en tantos otros las simplificaciones nunca estarán cerca de ser las soluciones para resolver cualquier controversia.
Compartimos algunos conceptos que resultan interesantes de aportar a la discusión vigente:
Las buenas prácticas agrícolas (BPA) están presentes a lo largo de todo el proceso de un fitosanitario: desde su descubrimiento y desarrollo, ciclo comercial y uso en el campo, hasta su eliminación por el uso y disposición final de los envases.
Existe una población mundial que sigue creciendo y a la que hay que suministrarle alimentos, combustibles a partir de biomasa, medicamentos a partir de cultivos transgénicos, entre otras necesidades. Esta demanda se debe cubrir utilizando BPA, siempre pensando en los trabajadores agrícolas, los consumidores de los alimentos y el medio ambiente.
Cuando se habla de fitosanitarios, muchos tienden a pensar que solo se habla de productos químicos, cuando hoy existe una amplia variedad de productos naturales, ya sea vegetal y mineral o biológico. Pero aunque sean naturales tampoco significa que sean inocuos: los venenos más tóxicos, como la cicuta por ejemplo, también se encuentran en la naturaleza. Por lo tanto, tenemos que hablar siempre de buenas prácticas agrícolas.
La conclusión final termina de cerrar esta enumeración de afirmaciones con muchísimo sentido común: no solo en el sector agropecuario sino en la vida diaria, la mayoría de productos que utilizamos son tóxicos si se los usa irresponsablemente. Por eso el foco debe hacerse en las dosis y su buen uso, y no en los productos en sí.
Es un momento demasiado importante en la producción de alimentos para una población que va a demandarlos en las próximas décadas a niveles importantes, como para que los Estados, Gobiernos y la Justicia, no trabajen con lo que la ciencia hoy entrega de conocimiento para hacer su contribución. Nunca será el camino amplificar enfrentamientos, alimentar miedos infundados, y tomar atajos que podrán quedar bien con algún sector, pero que nunca van a contribuir a ese futuro al que responsablemente deberían estar mirando.
Fuente : CampoInfo
