MabeBa Mabeba: Anoche en el HDC, ante la solicitud de información sobre el funcionamiento del programa Pehuellitas y su accionar (por no decir el apropiamiento y mal uso de Sopap), la LLA presentó un pedido de informe coherente y necesario

Loading

Solo se pedía transparencia e información: protocolos sanitarios en los ingresos y egresos de los perros, fondos públicos destinados, contrataciones de veterinarios y empleados, número de castraciones, adopciones, decesos, informes de zoonosis, etc.

Como era de esperarse, el pedido fue rechazado con los mismos argumentos vacíos de siempre. El voluntariado ya está cansado de escuchar el mismo discurso, sin respuestas concretas sobre lo que realmente importa: el cuidado responsable y la vida de los animales.

La señora Le Moglie mencionó cifras y datos improbables e inaccesibles, tirándole flores a un programa que, como se dijo anoche, cumple bien en la parte de castrar y vacunar contra la rabia, pero fracasa en el seguimiento y control.

El chip se coloca, pero no se usa para evitar el ingreso de perros a Sopap, donde enferman y mueren en días. Si realmente se aplicara la séxtuple como dicen, no morirían tantos animales.

En las publicaciones figura que se castra una hora y media por día. Señal de que no hay tanta demanda como perros sin castrar vemos en la calle. Esto demuestra la falta de trabajo territorial, de conciencia y de educación. Los dueños responsables ya castraron: hay que ir por quienes aún no lo hacen, por desconocimiento o desinterés.

La señora también habló de los gastos en alimento y atención veterinaria. Recordemos que esos gastos serían mucho menores si antes de llevar un perro a Sopap se verificara su tutor mediante el collar o el chip, evitando así multas innecesarias y sufrimiento animal.

Mencionó además la aplicación de 600 vacunas y antiparasitarios, cosa que ocurrió solo después de los reclamos del voluntariado y de la intervención de otro espacio político. Siempre actúan después del problema, y encima se enojan con quienes proponen soluciones.

En Sopap no hay canil de tránsito, solo un chango sin techo.

No hay enfermería.

Los perros son llevados directamente al predio, donde pueden desparasitarse, pero eso no previene moquillo, sarna, erliquia ni otras enfermedades.

Llegan y se los “ubica” como objetos, viendo en qué canil entran.

Para los que no saben: después de que me recibió el intendente Zurro, se cambió la comisión de Sopap. ¿Los socios fueron informados?

Y ver a Formiconi fingiendo desconocimiento sobre lo que pasa —cuando él mismo me preguntó varias veces sobre el tema—, ya no tiene palabras.

Sigamos luchando por los sin voz.

Queremos respuestas por las muertes, queremos respeto animal, queremos que se cumpla la ordenanza.

No ingresen más perros sin enfermería ni canil de tránsito.

Sopap ya colapsó otra vez, y se pueden evitar tantas muertes innecesarias por simple capricho municipal.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver Arriba