Hay refranes que a fuerza de repetirlos comienzan a perder su significado. Cuando alguien pretende lo imposible suele decirse que “quiere la chancha y los 20”. La mayoría acuerda en que el dicho hace mención a la figura de las viejas alcancías con forma de chancha de cerámica o yeso, que necesariamente debían romperse para sacar las monedas que contenían. Quien quería los 20 con la chancha sana, estaba queriendo lo imposible.
Con el sector agropecuario desde hace muchos años es perfectamente aplicable el refrán. Un poco de contexto y números para dimensionarlo:
La agroindustria es la principal actividad económica de nuestro país. Es el único sector que muestra un balance cambiario positivo: en marzo generó casi 8.000 millones de dólares. Después y muy atrás la minería generó unos 913 millones de dólares, la informática 324 y la energía 630. Es decir que las únicas tres actividades superavitarias en lo cambiario sumadas solo alcanzan el 20 % del sector agroindustrial.
En el ranking de apoyo solamente Argentina, India y Vietnam son los únicos tres países del mundo que tienen un apoyo negativo (es decir le quitan al sector agroindustrial) un porcentaje superior al -10 %. Del otro lado el resto de los países apoyan: Brasil +8%, EEUU +9 %, Canadá +10%, Unión Europea +15%.
Argentina tiene a la soja como principal producto de exportación: entre 25.000 y 30.000 millones de dólares por año, es decir casi el 40 % del valor de todas las exportaciones argentinas lo aporta la soja. Con la baja actual, las retenciones y con liberación del cepo, un productor argentino cobra aproximadamente 265 dólares la tonelada de soja, en Uruguay u$s 363, en Brasil u$s 367, y en EEUU u$s 387.
Del lado del mostrador en que está el Estado, tan solo en 2024 lo que se le sacó al campo por derechos de exportación resultó ser el 11% de toda la recaudación tributaria nacional. Los datos son más que elocuentes, y a esto hay que sumarle los costos de producción, transporte, logística y un sistema impositivo Provincial y Municipal para con el sector cada día más inviable.
Se puede explicar de manera complicada con la llamada curva de Laffer en economía: no siempre cuanto más se quiere cobrar más se recauda. Sencillamente llega el punto en el que incluso es al revés: cuanto más se quiere cobrar menos contribuyentes pueden pagar y la recaudación cae dramáticamente.
Si lo ponemos en simple: si piden “la chancha y los 20” van a terminar rompiendo en mil pedazos la alcancía de la que viven. Se quedarán con los 20, pero será una victoria que en realidad resultará en una irreversible pérdida para todos.
Fuente: CampoInfo
