Lunes después de elecciones.
Gracias al juego deshonesto que hacen las encuestadoras y al nivel de operetas a las que nos someten los comunicadores, es que los resultados comiciales, son siempre un tiro salido por la culata.
A la gente común, nunca nos sorprende y ya no perdemos tiempo en psicopateadas..
Nos divierte el día después, por los saludos franchelescos tipo HERMOSA MAÑANA, ¿VERDAD? y por la cara de boludo que le queda a cada zombie que pretendió engañarnos.
Ver la cara post escrutinio del intendente Zurro, diciendo que los argentinos nos baleamos los pies porque no votamos como él quiere, no tiene precio. La pared orinó al perro.
El lunes llovizna y hace frío, los corrales son un barrial y todo tiene un grado de dificultad superior, pero los animales tienen que comer y hay que darles su ración a horario sin falta, llueva, truene o caigan rayos y centellas, gane el terrorista Taiana o el colorado Santilli.
El trabajo sigue siendo duro, pero ¡Viva la Libertad Carajo! seguimos en carrera y la buena noticia es que todos los laburantes estamos contentos y esperanzados por igual.
Argentina no es para flojos y hay que salir adelante.
Aún con todo el kirchnerismo golpeando y conspirando permanentemente, la ciudadanía tiene algunas satisfacciones que ayudan a sobrellevar el esfuerzo, una de ellas es comprobar que todos estamos del mismo lado, tiramos parejo y somos argentinos..
Recuerdo hace 6 meses, cuando Moria Casán dijo en un reportaje que sentía que el presidente Milei, a pesar de todo, se había metido con su discurso y agenda en el corazón de la gente sencilla y eso le daría la posibilidad de otro período para completar los cambios que el país necesita. Milei nos habla a todos los argentinos.
Sí, leíste bien, la señora Moria Casán, pareja del terrorista Pato Galmarini, papá de Malena, esposa de Sergio Massa… chupate esa mandarina con la honestidad intelectual de Moria.
Todo lo contrario a la interpretación de nuestro intendente que sigue con su tradición de leer una realidad paralela de relato prehistórico, digno de un dinosaurio.
No es difícil de entender que lo que sentimos los argentinos desde el lunes es ¡ALIVIO!, esperanza y gratitud por no haber volado por los aires. Sabemos que estuvimos a punto gracias a toda la gente que cuando gobierna roba y destruye y cuando no gobierna, conspira y golpea para que nadie pueda construir sobre el desastre y salir adelante.
Nada de fanatismo, todo alivio, esperanza y deseo de ponerle el hombro al país es lo que se respira hoy en la calle.
En buena hora. No podrán contra la ilusión y el trabajo de los argentinos por más acción destituyente que emprendan.
No pasarán.
Juan Martín Perkins
