Cansa un poco tanto piripipi sin que nadie vaya preso ni devuelva nada, ¿no?..
Desde ya que estamos un poco mejor porque ahora, por lo menos, se denuncia mediáticamente.
Es algo, pero pasan unos días y termina siendo nada, porque se tapa con otra tragedia.
Todos vimos cómo se robaron nuestros fondos previsionales con diversas excusas.
Jubilados muertos de hambre, pero los aportes a las AFJP que se robaron no le importaron a nadie. Ni a las víctimas, porque muchos votaron a Boudou y Massa, engendros de esa estafa en nombre de la soberanía estatal.
También durante años asistimos impávidos a otra estafa silenciosa perpetrada por las Orgas sociales, en sociedad con los gobiernos (todos).
Las víctimas fueron los ciudadanos en pugna por trabajar y transitar libremente por la calle.
Durante largos años padecimos la extorsión con paciencia infinita a fuerza de agua y ajo, porque nos conmueve la pobreza… y la política nos lavó la cabeza y nos llenó de culpa y vergüenza.
Nos extorsionaron con la gente en la calle ofreciendo un espectáculo para el turismo internacional que lo tomó como destino turístico. Como quien va al zoológico, desfilaban con sus cámaras tomando imágenes increíbles.
Todo mientras los administradores de las Orgas los estafaban.
Dantesco, una vergüenza.
Pero quizás la estafa fundacional de este sistema corrupto fue el pacto de Kirchner, en el inicio de su gobierno, con la peor de las Orgas.
Kirchner y Verbitsky, los padres de la corrupción nacional y popular, sellaron un pacto por el cual la zurda nacional e internacional le otorgaba poder e impunidad al presidente y la izquierda recibía luz verde para fundar y desarrollar la industria de los juicios y las indemnizaciones.
El famoso curro de los DDHH que Macri prometió terminar, pero nunca cumplió.
Otra gran estafa con miles y miles de víctimas militares presos políticos muriendo en cautiverio con 90 años.
El Malevo Ferreyra lo anunció antes de pegarse un tiro en su finca de Tucumán, hoy es una realidad donde la Justicia ha jugado un papel fundamental.
Una caza de brujas que resultó una picadora de carne.
La gran Orga de los DDHH es la peor de todas. Insaciable, injusta, silenciosa e implacable.
En buena hora se empieza a hablar de estos temas.
Entre los políticos tradicionales no se salva nadie. Todos estaban sabiendo como trabaja el mecanismo de saqueo.
Todos tienen los bolsillos llenos y las manos manchadas con sangre, especialmente la justicia, que siempre miró para otro lado.
Veremos ahora hasta dónde proceden con los cambios. Está por verse.
Mientras tanto, no pasa nada más que denuncias mediáticas.
Seguimos esperando.
